al poner el otro día lo de los carteles, me acordé
de varios momentos que vivimos el peligro de los
cocodrilos centroamericanos (que realmente no son
cocodrilos, pero los llaman así)
era divertidísimo encontrarse con esos carteles
al lado de cualquier laguito
salvo cuando querías, precisamente, bañarte
a veces, la preocupación ambiental también
era importante, no sólo la seguridad del bañista
¿o será que al caimán no le gustaba la
gente enjabonada, que da ardor?
las anteriores fotos eran de Yaxhá, en Guatemala.
Este anuncio, más turístico, estaba en Cobá, México.
Pero, reconozcámoslo, el dibujito es pocholísimo.