alertado por imágenes como las que había visto en la
bitácora de rvr
(por cierto, que lo pases bien por Madrid, amigo) le pedí a ElPez que
me permitiera realizar una incursión en Ikea para ver qué les sucedía
a los peluches
iba con cierta animosidad: en los últimos días me han ido llegando
muestras gráficas de lo que podría ser considerado maltrato físico,
xenofobia o peluchismo, o algo más cruel pero menos físico en plan
mobbing y tal... algo que requería una acción inmediata, a la que me
sentía llamado, o cuando menos ejercer una labor de denuncia
aprovechando mi popularidad (tengo que enterarme cómo va el
asunto del Defensor del Pueblo en casos de peluchismo, por cierto)
desde luego, casi me caigo del bolsillo de ElPez cuando ví la
sección infantil del Ikea de San Sebastián de los Reyes (Madrid)
¡estaban todos MUY hacinados! y a algun pariente ví ensartado
en el mobiliario, incluso...
así que decidí acercarme y charlar un rato con ellos, aunque
fue un poco complicado, porque venían de países muy variados
y hablaban idiomas variopintos
pero pude saber, a través de los que ya se manejaban con soltura
en castellano, que estaban encantados de estar en estos
contenedores, que duraban poco porque la moda del peluche
se mantiene, que esperaban irse pronto por ahí con sus nuevos
dueños -la habitual ingenuidad consustancial a los peluches que
aún no han tenido contacto con un humano, especialmente con
humanos del tipo niño-; en cualquier caso, no era mi papel
prevenirles o ponerles en contra de esta especie o de sus
crías: siempre he pensado que es mejor convivir con un humano
que quedar olvidado en un cajón... por lo menos ves mundo
eso sí, descubrí que los procesos industriales crean clones
con un desparpajo que asusta... se ve que el Opus Dei aún
no se ha metido en estos asuntos (afortunadamente, claro)
estos osos planarios eran la mar de adorables, por cierto
total que al final decidí que el comando de acción directa podía
bajar las armas, y me pasé un buen rato con ellos (todo el que
me dejó el teleósteo con el que viajo, que estaba empeñado en
mirar unas estanterías para la cocina... ¿no se da cuenta de que
con una estantería es MUY difícil entablar amistad? pobrecito)
incluso me coloqué un rato en un cajón de objetos rebajados,
fue muy divertida la cara que se le puso a ElPez cuando casi
me compra una pareja de esas que van en plan "me lo llevo",
pajaroneando compulsivamente por todos los expositores...
mi salida de Ikea, todo hay que decirlo, fue menos honrosa, porque
a ElPez casi le hacen pagar por mí en la caja, "este peluche
no tiene precio... ni referencia" oí decir a la cajera; afortunadamente
pudo explicarle que yo no era un producto Ikea (intenté aguzar mis
orejitas para saber exactamente mi origen, sobre el que este
humano no me dice nada, pero no lo conseguí... quedará como
labor futura para el comando)
bueno, que coló