la forma de viajar preferida de ElPez, y por lo tanto la mía también
(qué remedio, yo siempre voy de gorra, o más bien debería decir
de bolsillo) es el coche para los desplazamientos por esta parte
del mundo, y luego el avión cuando tiene que irse rápido o muy
lejos (o las dos cosas a la vez)... así que no había tenido hasta
ahora de conocer lo de los trenes. Lo cierto es que me he quedado
sin ver nada más que una estación, pero al menos he podido
ver esos enormes aparatos, oler las grasas, los motores
eléctricos, respirar (es un decir, claro) esas atmósferas
densas de una estación de tren
y me he fijado en los viajeros, en cómo se mueven por los andenes:
en las estaciones, hay piernas con gente encima y maletas a los
lados
así que aproveché a hacerme una foto de los pies, que los tengo
muy olvidados en estos reportajes (no se sorprendan, soy un
plantígrado con pies de peluche)
tienen los contenedores un aire especial cuando van montados en
fila y sobre vía
a ver cuándo me invitan a hacer un viaje en tren. De verdad.
ps. Se me olvidaba decirlo: ¡en la estación de Pamplona tampoco
dejan hacer fotos! es increíble, pero cierto: me vino un guardia de
seguridad a decirme que de fotos, nada. Que las borrara. Que le den.