fue mi primer viaje con ElPez, y por aquí lo
conté
cuando me llevó a Tenerife. Hoy mismo he vuelto de allí...
es curioso cómo la historia se repite: hoy esta bitácora
cumple un año (en efecto, el primer post fue
un día lluvioso
como hoy era lluvioso en Pamplona)
y al poco me llevaron allí, a un curso de la Universidad
de La Laguna al que invitan a ElPez todos los años
(van ya cuatro) y en el que hablan de ciencia y
pseudociencias
y otra vez me subieron a lo alto del horrible edificio de
Químicas de la Universidad donde está Radio Campus
y hay unas vistas increíbles, el lunes se veía hasta
la isla de Gran Canaria, donde -me han afirmado-
reside
reveré, el padre de
Blogalia.
en Santa Cruz era fiesta, porque el 3 de mayo
celebran una cosa de las cruces, de mayo,
de Santa Cruz... todo muy circular.
en la cruz a la "cruzada" de la plaza de España
ponen banderitas multicolores y queda todo muy guay
pero poco tiempo había para turismos culturales, porque
-como siempre- ElPez se monta unas agendas la mar de
apretadas
eso sí, qué gusto estar de nuevo con Manolo Toharia, que
venía a hablar de las ciencias y las pseudociencias y
los medios de comunicación. Él sí que sabe de esas cosas
(además tiene programa en la tele y no le hacen ir con
una capa, lo que siempre es de reconocer)
ElPez, por su parte, se dedicó a intentar engañar a la
gente diciendo que tenía poderes paranormales... lo que
pasa es que después de haber pasado por "El Castillo"
la gente casi se lo cree (¿cosas de Astyaro?)
el lunes la Luna estaba casi llena, a un día del
eclipse, y tuve oportunidad de verla sobre el nuevo
auditorio de Calatrava
el martes 4, eclipse total de luna, que casi nos
perdemos porque había una mesa redonda sobre
la ciencia, las creencias y las ideologías y no paraban
de hablar y hablar y hablar... y yo quería volver a
ver un eclipse... como hace
casi un año, por cierto
la pena es que con el nokia no salía la Luna: estaba preciosa
toda dentro de la sombra de la tierra, con un color anaranjado
realmente sugerente
he de hacer notar que por mucho eclipse que hubiera,
los escepticanarienses decidieron irse a celebrar el
reencuentro en un restaurante e intentar de paso acabar
con la cosecha de Barón de Ley del 2000.
veáse, por ejemplo, detrás de la flamante catedrática
Teresa, las botellas que estaban ya listas para su
exahustación total
conmigo tuvieron la delicadeza de posar y brindar...
y ahí se acabó todo, aunque estuvimos hasta las tres
de la mañana o más por ahí de copas escépticas...
...al día siguiente, ya en mi cumpleaños, ya sin eclipse,
nos volvíamos a la Península en un airbus de los nuevos
que incorporan unas cámaras en la aleta de la cola y
proyectan la imagen, de manera que ves en directo
cómo el avión despega y aterriza, y cómo tarda horas
en aparcar...
bueno, pues eso... un año ya. Y otra vez me quedo
con ganas de conocer más y mejor esas islas.